Cuando se hace turismo, vale la pena dejar las vías principales para darse un paseo tranquilo, siguiendo los senderos tradicionales. Os voy a proponer un paseo de hora y media, que se puede realizar en cualquier época del año, recorriendo el sendero que permite pasar de un lado al otro de la ría de Doëlan.
Para situar esta coqueta ría, abrimos el objetivo: la más occidental de las provincias francesas se llama Finistère (Penn ar Bed, en bretón), Cornualle es su parte suroccidental. En otro mensaje de este blog MaCornouaille, ponía el foco en dos de sus rías, el Avén y el Bélon. En esta ocasión, os propongo un paseo por otra de estas rías bajas cornuallesas, la ría de Doëlan, en su desembocadura, arbolada y marinera.
Si llegamos por mar, la entrada de la ría está señalizada por dos faros. En la foto vemos el faro rojo y blanco de la orilla derecha. A su pie, está el barrio marinero, con su Café du Port y su lonja bajando. Cada tarde se despacha el pescado y marisco del día. Buscamos en la cala el cartel que presenta el circuito de la ría de Doëlan.
Si llegamos a Doëlan por tierra, nos dirigimos hacia la orilla derecha atravesando el barrio marinero, antes de bajar a la cala, al pie del faro rojo, en donde está la lonja y el arranque de nuestro paseo.
¿Preparados? Iniciamos un paseo de unos 6 kms fácil y agradable (Guía 21 ideas de paseos, disponible en la Oficina de Turismo por 3 €). Vamos pasando por parajes pintorescos y zonas boscosas en las que lo marino y lo terrestre crean un hábitat especial.
Al dejar la zona otrora marinera y ahora de casas ocupadas por veraneantes, vamos ría arriba entre robles, nuestra mirada pasa del rico arbolado a las embarcaciones y aves marinas solazándose. El visitante se recrea contemplando esta naturaleza de tierra (Argoat) como de mar (Armor), mientras avanza hacia el puente que le permite atravesar la ría, hasta la otra orilla.
Una vez en la zona urbanizada, en el tramo final, pasamos delante de dos bares, que son también restaurantes. Paramos a tomar algo, disfrutando de la vista siempre animada de este puertecito. Siempre hay quien amarra o zarpa, pinta, carga o descarga ¡y siempre hay curiosos que se entretienen con la vidilla del puerto!
Acabamos nuestro circuito en el faro verde y blanco que veíamos desde la orilla derecha, contemplando la silueta de los acantilados, batidos por el mar y la de la isla de Groix al fondo (si el día esta claro).
Podemos iniciar el regreso por la misma senda o proseguir por el sendero costero, mirando al mar, con sus luces y sombras, tranquilo o agitado, nunca igual.
No puedo cerrar este paseo sin recordar la villa asturiana de Nava. ¿Qué relación puede haber entre Nava y Doëlan? Doëlan es la fachada marítima de Clohars-Carnoët. Kloar-Nava están hermanadas desde hace más de 20 años, unidas por su actividad sidrera. Esta última foto muestra la tacita (bol) en la que se bebe la sidra bretona.
Chín Chín / Yec’hed mat !